A pocos días de concluir el primer ciclo de Comunica Investiga Lab, durante una sesión de asesoría, una de las participantes nos comentó con toda sinceridad que al realizar su investigación descubrió a qué quiere dedicarse como comunicadora. Escuchar sus palabras nos hizo sentir que valió la la pena todo el esfuerzo que realizamos hasta este punto por cumplir con nuestro mayor deseo: construir una comunidad de investigadores en comunicaciones, que brinde a estudiantes y egresadxs la oportunidad de desarrollar sus habilidades investigativas, y donde prime la colaboración y co-construcción de saberes. Aunque se han pasado volando, estos han sido unos primeros meses de arduo trabajo para concretar el sueño en realidad; arduo porque demandó, como dice el vals, alma, corazón y vida.
Es muy importante resaltar que este es un proyecto que ha nacido del trabajo intergeneracional e interdisciplinario, donde todxs hemos aprendido de todxs, y hemos tenido la oportunidad de equivocarnos en el proceso para aprender de ello. Para Gabriela y Orietta significó replantear el rol de profesoras, sus metodologías de enseñanza, y asumir además un papel de organización de proyecto. Para Samuel y Carlos implicó dar sus primeros pasos en un entorno laboral tras egresar de la universidad. Para Chiara significó re-encontrarse y re-adaptarse a las metodologías y formalidades de lo académico después de cinco años de trabajo práctico. La fusión de nuestros saberes y experiencias de vida ha sido fundamental para generar un equipo de trabajo que promueva un ambiente de crecimiento para las participantes del laboratorio.
Ha sido un ciclo intenso de debates, borradores de documentos, cronogramas y plazos internos, donde tuvimos que balancear los dos roles (a veces complementarios, a veces contradictorios) de ser educadores y ser gestores del proyecto, lo que significó mucho esfuerzo pero también muchas alegrías cuando veíamos que nuestro trabajo brindaba frutos. Nos sentimos realmente agradecidos con las participantes que aceptaron el reto de ser parte de este proyecto, porque son ellas quienes mantienen viva nuestra motivación por mejorar constantemente nuestro trabajo.
Comenzamos el primer ciclo del laboratorio con catorce participantes dispuestas a desarrollar diez proyectos de investigación, tanto individuales como grupales. Los temas de investigación eran muy variados, desde comunidades nativas en conflictos medioambientales hasta comunidades online unidas por una misma pasión. A lo largo del proceso hemos procurado dar respuestas personalizadas a las necesidades de cada participante, y hemos visto cómo sus proyectos han ido evolucionando, puesto que pasaron por procesos de reestructuración de sus problemas y decisiones en torno a las metodologías a utilizar. Lamentablemente, algunas de las participantes tuvieron que retirarse del laboratorio debido a conflictos de tiempos con los diversos compromisos que tenían, entre sus clases universitarias y otras actividades extracurriculares; esperamos que en futuro se animen a retomar sus proyectos o iniciar nuevos, puesto que Comunica Investiga Lab siempre las acogerá con los brazos abiertos.
Esta experiencia ha significado diversos aprendizajes en torno a lo que entendemos por investigación y su enseñanza. Para comenzar, nos ha servido para confirmar que el aspecto esencial para que un estudiante realice una investigación es la motivación. La parte metodológica o de sistematización de la información se puede aprender, pero es la pasión del estudiante la que hace de motor y motivo de dicho aprendizaje y le permite sobreponerse a los retos y obstáculos que toda investigación tiene. Es el estudiante quien se compromete con su proyecto al desear conocer sobre un tema determinado. Nos reafirmamos en la utilidad de establecer dos instrumentos básicos para investigar: la hoja de ruta que ayude a lxs investigadorxs a no perder de vista el objetivo y a dosificar el trabajo, y la estructura básica del informe final que nos permita visualizar cómo comunicaremos los resultados y su análisis. También confirmamos la importancia de realizar un Programa de Inducción al inicio de cada ciclo, ya que no solo fue muy útil para refrescar conocimientos de investigación, sino que nos permitió acompañar y guiar a las participantes en el proceso de definir su objetivo de investigación. Adicionalmente, los espacios de discusión grupal dentro del Programa de Inducción sentaron las bases para la construcción de una sensación de comunidad entre las participantes y lxs organizadores.
La noción de comunidad es lo más importante de este proyecto, y queremos resaltar ese aspecto en los ciclos que vienen. Uno de nuestros aciertos, que ciertamente repetiremos, fue el de brindar un espacio seguro para que las participantes procesen y compartan sus sentires respecto a sus proyectos, a través de las bitácoras de investigación que publicamos cada semana. Esta ha sido una oportunidad para humanizar el proceso de investigación, para mostrar que detrás de cada artículo o ensayo hay una persona con dudas, frustraciones y alegrías. Humanizar la investigación rescata el disfrute y la satisfacción y acorta la distancia entre el deber y el querer. Sin embargo, es curioso que aunque hemos tenido muy presente las necesidades emocionales de las participantes, no nos hemos dado un espacio para que nosotros, como equipo organizador, hagamos lo mismo. Ese es un aprendizaje que tenemos pendiente: la necesidad de dar un espacio a nuestras propias emociones y sentimientos en nuestras dinámicas de trabajo a fin de ir construyendo vínculos al interior del mismo equipo que nos acerquen a las participantes, fortaleciendo nuestra comunidad de co-creación de conocimientos.
Mientras cerramos el primer ciclo y nos preparamos para el siguiente, encontramos varias oportunidades para brindar a lxs participantes una experiencia de Comunica Investiga Lab aún mejor. En el futuro nos gustaría impulsar más reuniones periódicas de compartir y evaluar lo que veníamos actuando, y así enfatizar la dimensión colectiva del apoyo al trabajo. Nos comprometemos a seguir indagando y explorando nuevas técnicas que hagan más atractiva la formación en investigación, y a seguir derribando el mito de que investigar es aburrido o tedioso, más bien queremos celebrar la dicha de aprender algo nuevo. Estamos recogiendo los primeros frutos de Comunica Investiga Lab, no solo con los productos de investigación, sino especialmente con cada persona que confía en nosotrxs y no solo otorga su tiempo y esfuerzo, sino también su sensibilidad, para conformar esta comunidad. Estamos muy emocionadxs por poder arrancar el próximo ciclo, una nueva oportunidad para implementar las propuestas que tenemos en mente, y llegar a más personas que deseen ser parte de esta comunidad investigadora. ¡Este es solo el comienzo para Comunica Investiga Lab!
– Orietta, Gabriela, Samuel, Carlos y Chiara
Gracias a estos profesores apasionados por ofrecerle a los estudiantes investigadores este espacio colaborativo para reflexionar y contribuir a crear un mundo mejor.