Comunica Investiga Lab

Y así se dijo, hágase Comunica Investiga Lab

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La diversidad es, sin duda alguna, una de las mejores características que tiene este mundo. Permite una ilimitada posibilidad de experiencias, aprendizajes y creaciones a partir de las conexiones que podemos forjar entre unos y otros, y estas con lo que nos rodea. Sin embargo, a veces creemos que esa relación no existe;  que hay situaciones o ideas que no pueden hilarse. Pero cuando logramos hallar ese nexo, existe una sensación que mezcla la sorpresa, la emoción y el goce con el conocimiento. Si nos preguntamos ¿qué tienen en común una antropóloga que hace arte en vidrio, una investigadora en comunicaciones, un egresado de desarrollo interesado en salud mental,  otro desarrollero convertido en docente rural y una directora de teatro? Podríamos decir que lo que nos une es justamente el deseo de profundizar esa sensación y de, además, compartirla. 

Así nació Comunica Investiga Lab, una comunidad de co-creación de conocimientos a través de la investigación en comunicaciones que, como muchas otras cosas en esta vida, es el resultado de la conexión de muchos propósitos, deseos y oportunidades.

La idea parte de una inquietud en la mente de Orietta y Gabriela. El interés por la investigación en comunicaciones está presente en ambas desde hace años, por lo que forman parte del grupo de investigación Comunicación, Arte y Cultura, donde se dedican a examinar la relación entre actores, discursos y prácticas culturales y artísticas con lo comunicacional. Sin embargo, ambas sabían que este es un espacio que parte de los intereses de los profesores, y sentían la necesidad de abrirle las puertas a los alumnos para aprender de ellos y sus formas de trabajar. 

Las guiaban dos conceptos claves: las clínicas de investigación, un espacio donde cualquiera que esté llevando a cabo una investigación pueda consultar, y las humanotecas, bibliotecas donde en lugar de libros puedes disfrutar de una hora de conversación con otra persona. Era tentadora la idea de un espacio donde la gente se sienta libre de consultar a otras personas, donde las respuestas que puedan recibir estén guiadas tanto por sus conocimientos académicos como por la diversidad de sus experiencias de vida. 

En el caso de Samuel y Carlos, ellos han crecido y aprendido juntos a lo largo de la época universitaria, y en todo ese camino, el deseo de investigar y crear conocimientos, buscando aportar a la sociedad actual, los unió más. En el último año de la carrera se acercaron a Orietta con la idea para un proyecto de investigación, donde sean los alumnos mismos quienes investiguen y escriban el artículo, mientras las docentes los acompañen y orienten con feedback constante. Trazaron un plan que no llegó a concretarse, entre la pandemia y las demandas del último año de pregrado, pero eso ayudó a plantar la semilla de lo que se convertiría en Comunica Investiga Lab. 

Cuando la oportunidad toca a tu puerta, ábrele, así que apenas se abrió la convocatoria para el concurso CAP Innova para apoyar proyectos de innovación en educación, Gabriela y Orietta deciden postular. El sueño se fue concretando hasta lograr ponerlo en palabras: crear un espacio de experiencia y co-creación de conocimientos desde la comunicación social, de cara los retos de la realidad actual. La meta era construir una mirada y trabajo interdisciplinario que articule la academia con la práctica profesional en una comunidad de investigación para potenciar el aprendizaje de estudiantes y docentes. 

Era tentadora la idea de un espacio donde la gente se sienta libre de consultar a otras personas, donde las respuestas que puedan recibir estén guiadas tanto por sus conocimientos académicos como por la diversidad de sus experiencias de vida. 

¿Por qué específicamente un laboratorio de investigación en Comunicaciones? Porque en esta era de la posverdad, es vital desarrollar el pensamiento crítico y la capacidad de investigar y discernir información. Esto es cierto para profesionales de cualquier carrera, pero aún más para un campo interdisciplinario como las comunicaciones que lidia con la formación y difusión de ideas. Es necesario explorar una nueva forma de producción de conocimiento, una que partiera de las inquietudes y necesidades de los nuevos profesionales. 

La convocatoria del CAP pide formar un dream team; Orietta y Gabriela sabían que no podrían lograrlo solas, pero sobre todo que no deberían construirlo solas, era el momento de asumir el reto de aprender como docentes. Inmediatamente buscan a Samuel y Carlos, aquellos estudiantes tan entusiastas por investigar y producir que llegaron por su cuenta, y finalmente entra Chiara para completar el equipo. Logramos incluir todas las dimensiones de las relaciones con la universidad: Gabriela y Orietta en calidad de profesoras, Samuel y Carlos en calidad de alumnos a puertas de egresar, y Chiara como egresada que lleva años ejerciendo su carrera. La articulación de estos tres puntos de vista es fundamental para plantear la forma de trabajar del lab, tanto dentro del equipo organizador como de cara a lxs estudiantes. Nos hemos nutrido de diferentes generaciones en una suma de experiencias de vida, que nos lleva a cuestionarnos el estar dentro de la universidad como una forma de apuntar a la sociedad y al conocimiento. 

Mientras esperábamos ansiosamente los resultados de la convocatoria, seguíamos planeando cómo sacar adelante Comunica Investiga Lab. Para tantear el interés de lxs estudiantes por la propuesta abrimos una página de Instagram y nos sorprendió la gran acogida que tuvo. Llevamos a cabo un pequeño taller inicial, tras el cual siguió creciendo el interés, y apenas recibimos el visto bueno para recibir financiamiento de la DFI abrimos la convocatoria para el Primer Programa de Inducción. Desde entonces Comunica Investiga Lab no ha parado; en sus dos meses de funcionamiento ha ido cambiando, creciendo y evolucionando con cada día. Es un logro que en el poco tiempo que tuvimos en el Programa de Inducción hayamos podido producir tantos planes de investigación, que no son perfectos pero tampoco deben serlo, son un primer paso para encaminarnos a trabajar. Este logro se lo debemos enteramente al compromiso y el esfuerzo que cada una de las participantes ha dedicado al laboratorio, al compromiso que significa llegar a las sesiones con su trabajo avanzado y la cabeza llena de ideas. El entusiasmo al presentar sus propios proyectos y comentar el de sus compañeras nos hace sentir que estamos haciendo algo bien. 

Fin del Programa de Inducción

Hoy en día, el lab no es lo que Orietta y Gabriela habían ideado al inicio; es algo más grande, fruto de la colaboración de nosotros cinco como equipo organizador, y las participantes que asumieron el reto. La forma en la cual estamos construyendo este espacio es justamente lo que queremos lograr con él: un espacio de co-construcción de saberes, que requiere sus ajustes, como todo proceso, pero va creciendo de forma conjunta. Debemos constantemente adaptar lo que habíamos pensado para poder responder a lo que las participantes necesitan, y agradecemos que ellas mismas sientan la confianza de pedir, opinar, discrepar, nunca de forma competitiva, sino siempre genuinamente curiosa, deseosa de aprender. Sentir el compromiso de las demás personas en el equipo ayuda a una misma a comprometerse. 

Al comenzar el laboratorio hicimos un ritual para manifestar lo que queremos lograr al finalizar, y entre las promesas de escribir artículos,  realizar videoensayos y podcasts sobre los temas que tanto les apasionan, muchas mencionaron el cuidar su salud mental como una de sus prioridades durante el proceso de trabajo. Nos sorprendió gratamente lo natural que les fue enlazar lo personal con lo profesional. Esto es resaltante ya que, por mera casualidad, la primera promoción de participantes son todas mujeres, y aun existe ese prejuicio de que para triunfar en espacios tradicionalmente masculinos, como lo es la academia, es necesario adoptar dinámicas de trabajo masculinas, ser asertivas, eficientes, sin mostrar debilidad. Sin embargo, dentro de este grupo de trabajo se formó de forma muy natural un espacio de confianza, soporte y apoyo mutuo, con una apertura a la vulnerabilidad y una capacidad de tolerancia hacia la diferencia de procesos, conocimientos y experiencias, por la que estamos inmensamente agradecidxs.

Es importante entender que antes que investigadores o académicos, somos humanos, y debemos aproximarnos a la investigación y la enseñanza desde esta perspectiva.  Regresamos al concepto de humanoteca: este es un espacio para compartir saberes que muchas veces van más allá del conocimiento que uno encuentra en libros. Tomamos nuestra humanidad como fuente primaria para la creación. Una de las participantes comentaba que su tema de investigación le removía muchos sentimientos ya que le recordaba a un episodio doloroso de su historia familiar, pero a pesar de lo difícil que podía ser a veces seguía empecinada en continuar con la investigación, porque, en sus propias palabras, “el día que no me duela me debo preocupar, porque eso significa que ya no me importa”.  Nos sentimos honradxs de proveer este espacio seguro que nos permite a todxs lxs involucradxs crecer, no solo como profesionales sino también como personas. 

A pesar de que este es un proyecto de experimentación en investigación, es fundamentalmente un espacio de aprendizaje, un proyecto de innovación educativa. Creemos firmemente en una educación que deja de liderar y aprende a acompañar, y nos comprometemos a trabajar por ella. Eso es lo que tenemos en común estas personas que desde afuera parecemos tan distintas. Seguimos con el reto de seguir creando y creciendo al calor de las necesidades que surgen y los principios asumidos. Podríamos contarles todos los planes maravillosos de expansión que tenemos, pero no queremos adelantarnos a nosotros mismos, queremos disfrutar el viaje y no solo los resultados.Hemos aprendido a tener una dinámica de trabajo conjunto que nos motiva mutuamente a continuar y es la clave para que el proyecto siga creciendo. Seguimos construyendo entre todes Comunica Investiga Lab, sin miedo a equivocarnos para aprender cada día.

Equipo Organizador
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